12/21/2006

Otra variante para optar por la maternidad

Creo que el punto oscuro de toda mujer en edad de procrear, es cómo actuará la pareja ante la llegada de un hijo. Nos preguntamos si colaborará, si opondrá resistencia, si competirá con el recién nacido por más que pese unas decenas de kilos menos y tenga unos pocos centímetros de estatura. Todas estas elucubraciones pueden hacer flaquear a más de una ante la pretensión de formar su familia. Pero finalmente, creo que cuando vence el instinto maternal, en el mejor de los casos, el instinto paternal obrará en beneficio de la familia. Aunque en el peor de los casos, será la mujer quien ceda un espacio más de su multifacética vida en pos de resolver los dilemas hogareños.

12/20/2006

Antes de ser mamá

-...hoy me ha dado por limpiar los cristales de casa...
- Uy!! eso es que está preparando el nido!
- ...y mi marido se puso a pasar el aspirador a toda la casa...
- UY!! seguro que estáis embarazados!!! jajajaja

Cuando una mujer lleva en la cabeza una cuestión que por naturaleza, genética o edad, le toca, todos los comentarios se dirigen al mismo tema. Los acojo con cariño, pero me hacen pensar insistentemente en el echo de ser madre.

Pasada la treintena, te notas como tu cuerpo se ensancha en lugares donde nunca había habido ensanchamiento, o sea las caderas, los pechos y el cucu. Tiene una explicación biológica clara y sencilla, pero me vuelve a hacer pensar en ser mamá.

Pero mi dilema va mas allá. La cuestión económica, nunca la veo clara y nunca la veré. Por lo que decido que no es un problema. Mientras los dos miembros de la pareja tengamos trabajo y salud, de todo se sale.

El tema del padre, lo tengo claro.

Mi conflicto se centra en la organización y en el reparto de tareas. ¿Cómo hacer que el padre, que no suele colaborar en casa, colabore en el cuidado de un bebé, que si para la madre será desconocido, para el padre será como un alien?

No lo tengo claro. Pero el tiempo pasa...

12/15/2006

Miradas...Palabras


Te miro de reojo... mi boca entreabierta y mi sonrisa me delatan... mi lengua pasea lentamente por mis dientes...sigo mirándote a los ojos... mi respiración se acelera .... siento un escalofrío que recorre mi espalda y hace endurecer mis pezones, erizar mi piel...ladeo mi cabeza... sin dejar de mirarte...acaricio mis labios con uno de mis dedos... lo humedezco lentamente con mi lengua....cierro mis ojos y cuando los abro te veo de nuevo delante de mi... sin dejar de observarme... deseando mis labios, mi lengua... mi cuerpo


Estás todavía dormido... te observo...te siento... encuentro una pequeña pluma... la cojo y dejo volar mi imaginación... sigues dormido, pero notas mi presencia, notas mis ojos clavados en tu cuerpo...y eso me excita todavía más. Acaricio tus mejillas con la pluma, lentamente... sientes unas ligeras cosquillas pero no te mueves... me sigues el juego... dibujo tus labios, tu cuello tus hombros, sin dejar de observar tus reacciones...abres los ojos... y hallas mis ojos... deseándote

Es muy temprano todavía... me dirijo a la estación...casi dormida. Entro en el vagón, me sujeto a una de las barras y miro al suelo...pienso en el día que me espera... y de repente me siento observada.... me sonrojo... alzo la vista y te veo. Tus ojos son desconocidos para mi pero los siento muy cerca, siento tu deseo...siento tu descaro... y eso me excita... aparto la mirada un instante... y vuelvo a mirarte... sigues observándome...muerdo mi labio inferior... y tú haces lo mismo...llevo mi mano hacia mi cuello, lo acaricio... te siento nervioso... tus ojos delatan tu estado ... y me encanta...


Drkct.

"Cari"

La primera vez que dije "Cari", me quedé tan sorprendida que ni reaccioné. Seguí hablando como si no lo hubiese dicho. No venía a cuento de nada. No usábamos ese tipo de lenguaje juntos. No tenía porqué volver a decirlo. No tenía porqué significar nada.

La segunda vez me quedé preocupada. Nunca había dicho esa clase de cosas sin controlarlas, sin bromear, ni incluso en relaciones en las que me sentía más segura. ¡Pero si nosotros ni siquiera teníamos una relación como tal!

La tercera vez ya me asusté: ¿pero qué estoy diciendo? Cada vez sonaba más normal. Parecía el comienzo del típico código entre pareja… ¡pareja! Yo en todos los casos había seguido hablando como si nada mientras no dejaba de darle vueltas y más vueltas. Y él me había escuchado la dichosa palabrita todas las veces. Toda y cada una de ellas. Supongo que es un tío atípico, me escuchaba siempre, hasta cuando parecía no hacerlo, y luego, al tiempo, comentaba algo sobre no sé qué, que dije no se cúando y que ni yo me acordaba ya. Tal como hacemos nosotras, se queda con todos y cada uno de los detalles. Así que no sólo había escuchado el “cari” por aquí y por allá. Estoy segura que también se sorprendió en cierta manera al oirlo –o al menos, lo anotó mentalmente- y que tal vez hasta recuerde porqué se lo dije la primera vez.

La última vez ya no me paré a pensarlo, porque sabía que no habría muchas más veces, y aunque me seguía dando miedo que algo así saliese por mi boca sin controlarlo, ya poco importaba controlar o no. Ya sólo importaba disfrutar los últimos momentos con él y decir lo que me saliese de dentro, de esa parte del corazón que él había descubierto y que había conseguido que yo, la insensible, perdiese el control.

12/13/2006


Hoy quiero reflexionar sobre lo importante que es en una pareja el apoyo moral, el contrapunto, el contrafuerte de las emociones propias… casi tanto como el amor. Porque creo que si te sientes apoyada en lo que haces y en lo que dices, todo parece más fácil. Cuando no comparten tu misma visión, pero te comprenden y te guían, el mismo amor se incrementa…

Hoy estoy más filosófica que de costumbre, ya veis. Hoy me siento Princesa.


En realidad, estoy en una nube. De la misma manera en que a veces despotrico sobre lo egoísta, egocéntrico, tozudo que es el hombre con quien comparto mi vida, hoy quiero dejar constancia de lo sumamente centrado y sensato que es. Me equilibra… me maravilla tanto esa sensatez, esa clarividencia en medio de mi caos particular… Y es que yo soy un ciclón que a veces lo arrasa todo. Él en cambio, tiene esa virtud excepcional de hacer que el ciclón se apacigüe, e incluso se avergüence, de que remita y vea la realidad con otros ojos. Sus ojos…

Me sosega, me despierta a otras realidades, me subyuga, me desarma, sutil pero firme, me pone frente al espejo y me desnuda en la realidad descarnada de mi cólera injustificada muchas veces… Me hace querer ser mejor persona cada día que pasa…sólo porque está a mi lado y me escucha. Es lo más hermoso que otro ser humano puede hacer por mi. Impulsarme a ser mejor cada día… ¿Pensará él lo mismo de mi?

12/11/2006

Excusas

Hay días en los que pienso que mi chico no es de este planeta…o por lo menos del mío… La verdad es que nunca he sido demasiado idealista con esto de las relaciones, pero lo que sí pensaba es que cuando compartes tu vida con otra persona era todo mucho más fácil o por lo menos distinto.

¿¿Cariño, has puesto hoy la lavadora?? … ah, no! Juraría que ya estaba puesta! … claaaaaaaro! Seguro que tenemos duendecillos trabajadores en casa que por la noche hacen toooodas las cosas que ni tú ni yo tenemos ganas de hacer… Joder, pues yo te juro que pensaba que la estaba escuchando…. Dios! La lavadora está poseída y se pone sola… voy a llamar a un Medium para que venga a practicar un exhorcismo… Joder cariño, tampoco te pongas así… no, no si no me pongo de ninguna manera, simplemente que te inventes otra excusa que no sea esa… por lo menos utiliza un poco tu imaginación. Pues… en serio eh! Me pareció escuchar el “pentifrugado”… perdona???? Que coño es un “pentifrugado”…. Si hombre, cuando ya está a punto de terminar que da vueltas mucho más rápido y eso... Cariño… centrifugado, se dice centrifugado… jeje, bueno pues eso. Bueno mira, déjalo… ponla ahora mientras yo acabo de recoger la cocina… Vale, ahora la pongo…

Mientras tú, pones todo tu empeño en recoger la cocina para que esté un poco decente, platos por aquí, vasos por allí… en fin prefieres no hacerte mala sangre y seguir adelante con la tarea en lugar de volver a discutir con él por ni siquiera tener la decencia de meter los vasos en el lavavajillas… De repente, escuchas unas risas que provienen del comedor… te acercas y… allí está él… sentado en el sofá, viendo ¡los SIMPSON!… entonces no sabes si matarlo… se te aparece el angelito y el diablillo… tranquilaaaaaaaaaaaa, respira hondo… no ves que el pobre está cansado de trabajar y tiene ganas de distraerse… ten paciencia mujer… si es un buen hombre… Pégale un grito y dile que es un cacho de perro!!!! que pasa de todo lo que le dices, que no se merece ni el aire que respira… hazlo, hazlo… Nooooooooo, tranquilaaaaaaaa, no hagas caso de lo que te dice… él te quiere, no seas dura con él… QUE NOOOOOOOOOOO!!!!! MECAGOENLA… Se puede saber que estás haciendo?????? … (momento de incertidumbre … él me mira…. No sabe que contestar… pero la respuesta es obvia… viendo la tele … y pasando de ti olímpicamente)… Hummmmm…. Es que este capitulo no lo había visto… que noooooooooooooooo!!!! Si lo han dado 53536345 veces!!!!!!! No te enfades, es que como estabas recogiendo la cocina y no me dabas la ropa para meterla en la lavadora… (en fin, sin comentarios)

Emites un suspiro muy profundo… no sabes exactamente qué decir o hacer … al fin y al cabo tus padres te han educado… él se da cuenta de tu cara de desesperación y claro, se acerca a ti… te dice… vaaa no te pongas así… ahora pongo la lavadora… Y claro, tú sientes que has ganado y lo ves allí con cara de… “no he roto nunca un plato” … y que haces… pues nada!! Se te baja el cabreo, sigues con lo tuyo y a otra cosa mariposa porque para que seguir enfadada??? Si total, a él le da exactamente igual, si de hecho no le da ni un ápice de importancia… y es que, si algo he aprendido durante los tres primeros años de convivencia es que, con los hombres, todo tiene una importancia relativa… y entonces pienso… ¡se puede saber por que coño somos diferentes, con lo práctico que hubiera sido tener todos cerebro de hombre!!!!!

12/04/2006

Hombres y mocos

Situación: 7:30 de la mañana. Tren con destino "otro día a currar".
Yo muy mona, como siempre, arreglá pero informal que se viene diciendo.

De repente, sube al tren un grupo de gente entre la que destaca, para bien, un mancebo guapo a rabiar, trajeado, treinta y tantos, peinadito... lo que se dice bien.

¿Cuál sería mi actitud normal? Valorar el especímen (eso creo que ya es innato en todas y todos) para inmediatamente olvidarme de él... no fuera que me pille mirando y se crea lo que no es. Porque una cosa es mirar y otra coquetear... además, si me pilla me subiría el rubor, y luego encima más rubor al saberme ruborizada por ello. Paso.

Pero esta vez se me aparece la sonrisa maliciosa y picarona de Karenina. Hoy seré como ella, me digo. Vamos a ver qué pasa. Total, por una vez... este tío es un desconocido, no volveré a verlo... ¿soy capaz de coquetear con un desconocido? Vamos a verlo... no no, espera, ¿cómo lo haría Karenina? A ver... miradita directa pero suave, actitud de "soy así qué pasa????" y de "puedo volverte loco, darling" mezcladita, mezcladita... bien, vamos a ver si puedo, no sé yo...

Cuadro 1: levanto la vista. Allí está él. Si, parece que va a mirarrrr... parece... ¿qué es eso que tiene en la mano??? a ver.... ohhhhhhhhhh aaaaaagggggggggggghhh!!!

Cuadro 2: mi desconocido guapo ha sacado un enorme pañuelo blanco y se suena la nariz tan fuerte que medio vagón se da por aludido y lo mira. Dios!!!!!!!!!!! Cuánto material guardaba el jodío!!!!!!!!

PUFF!!! Karenina, darling... hombres y mocos no... es que no puedo...

11/30/2006

Dos letras

Quien más quien menos tenemos nuestros “ex”. Hay gente que tiene todo tipo de ellos: encantadores, odiosos, vampiros emocionales y hasta grandes amigos que alguna vez fueron “algo más”.

Ayer fue el cumpleaños de dos de mis “ex” (sí, parece que todos los chicos malos nacieron el mismo día…). Intento mantener una buena relación con ellos y, más o menos, lo consigo… por eso les envié un sms. El mensaje no decía nada en especial o por lo menos eso es lo que creía cuando pulsé “enviar”, pero las respuestas consiguieron remover unas cuantas cosas y me quedé sorprendida de la capacidad que tenemos a veces para no recordar lo que no nos conviene…

Hay que decir que, como señalaba un anuncio de la lotería no hace mucho, estas dos letras no sólo se relacionan con personas y, en mi caso, parece que lo que sí que existe es una especie de relación causa-consecuencia en este aspecto: "ex" lugar ideal para perderse (2005), "ex" furgo (2004), "ex" ciudad preferida (2002), "ex" barrio (2000), "ex" mejor amigo de mi ex (2000), "ex" trabajo (1999), "ex" piso de alquiler (1998), "ex" cuñado (1995), "ex" moto (1994), "ex" gato (1993), etc.

A medida que pasan los años, mi contenedor de “es” y de “equis” va acumulando cada vez más y más. Hay de todo un poco (como ya habreis observado) pero lo que más pesa son, sin duda, ellas: las mujeres de mis “ex” y su “ex”.

Decía mi abuela –una mujer sabia y práctica como pocas- que “quien tuvo retuvo”. Yo he preferido y prefiero hacer oídos sordos a ese tipo de “perlas” del refranero (“no hay dos sin tres”, “cualquier tiempo pasado nos parece mejor”, “quien la sigue, la consigue” o “la cabra tira al monte”…). Mi política en estos asuntos es simple: todos tenemos un pasado y es mucho mejor asumir las cosas con la mayor naturalidad posible (“lo pasado, pasado está”). Pero a veces esa política no se puede aplicar tan felizmente…

¿Qué pasa cuando un "ex" -o mucho peor: la "ex" de tu chico- aplica los conocimientos de tantos años juntos para traerle de cabeza, machacarle o cambiarle el ánimo? Pues ni más ni menos que lo que me pasa a mí misma… Ayer, una respuesta a un sms logró despertar en mí una lista tal de emociones contradictorias que, a estas horas, no he logrado aún digerir. Y, claro, no he tenido ocasión de comentarlo aún con nadie y menos todavía con mi pareja. No he contestado el sms. No he movido mi posición ni un milímetro, pero mi cabeza está como una olla a presión… Tengo muy claro que donde estoy es donde quiero estar, pero ni yo entiendo porqué me siento “así”, entre la euforia y la melancolía…

No sé si por casualidad o porque el destino es de lo más caprichoso, ayer me saltaron unas cuantas alarmas cuando mi pareja me respondió al teléfono como si fuera un colega de birras. Es más, salió de donde estuviera para recuperar su tono íntimo habitual en nuestras conversaciones e intercambiar unas palabras, pocas y rápidas, antes de volver. “Te llamo luego”. “Qué raro…”, pensé. ¿Con quién debía estar para reaccionar así? Y lo que es más importante, ¿por qué?

Cada pareja tiene sus acuerdos establecidos y para nosotros lo más importante es poder hablar libremente sobre cualquier tema. Es cierto que cada uno tiene su propio ritmo y que “poder hablar” no significa “hablar cuando está pasando”. Por eso esperé a que decidiera sacar el tema.

Por la noche, llamó. Empezamos a hablar como si nada. Yo tenía mi lista pendiente de procesar. Él también. Yo no tenía ni idea de con quién había quedado…

- ¿Cómo ha ido?
- Ha ido bien
- ¿Habeis ido a cenar?
- No, a tomar una cerveza”…

Todo muy genérico. Demasiado. Ni un detalle y respuestas medidas al milímetro…

Después de 5 ó 6 de éstas, caigo en la cuenta…

Estoy segura de que no me lo había dicho. Y yo tampoco le digo que no me lo había dicho. Y saco a relucir un “ella” con toda mi sutileza. Por fin, “ella” sale abiertamente en la conversación. Sigo estirando de la cuerda y, después de una charla de lo más “normal”, colgamos el teléfono.

¿Qué pasa?

Yo tampoco le he dicho nada.

No sé si tiene sentido que piense mucho en esto... Mejor lo hablo y ya estará… ¿Seguro? ¿Por qué no me puedo quitar de encima esta sensación?

Bip, bip… El móvil. Otro sms…

11/29/2006

¿Y si tenemos un hijo?

Él: cariiiii... ¿y si tenemos un hijo?

Ella: bueno cari, es que tu piensa que durante todo el embarazo seguro que estoy súper insoportable, y tendrás que aguantarme y cuidarme mucho.

Él: bueno... eso... lo puedo hacer.

Ella: ya, cari, pero imagínate el parto. Eso es horroroso y tendrás que estar ahí, junto a mi, aguantando todo.

Él: bueno... eso... lo puedo hacer.

Ella: ya, cari, pero piensa después del parto. Tendrás que hacer tooooodo lo de casa y trabajar mucho porque yo tendré que estar con el niño cuidándole.

Él: vale. ¿Vemos la película?

11/27/2006

Todas queremos un cabrón al que le guste Amelie

No hacemos más que quejarnos de que son insensibles, desordenados, egocéntricos, simples… ¿Pero quien quiere un chico majo, sensible, atento, más ordenado que la mayoría de nosotras (que no todas), que se preocupa por lo que piensas…? Nadie. Ese es el amigo perfecto, y tal como ellos se quejan, el sábado de fiesta te vas a ir con el cabrón por cuyo culo llevas disimuladamente babeando toda la noche (recordar, nosotras tenemos visión periférica).

Pero el verdadero problema es que todas hemos crecido con el cuento de Blancanieves. Ella era feliz en el bosque con los enanitos (tenía 7 para elegir, no lo olvidéis) pero al final se fue con el príncipe cañón que le regalo su bonita historia romántica. Así que por muy insensibles o independientes que nos creamos, el día que encuentras un chico que no solo esta como un tren, sino que le gusta Amelie, nos tiemblas las piernas y hacemos lo que sea por tenerle, sí, lo que sea, nos rebajaremos, lucharemos con uñas y dientes y nos veremos haciendo tonterías.

11/23/2006

Mi primer novio rana

Mi ex novio y yo tuvimos una crisis. De las gordas me refiero. Imagina: la primera pareja, amor a raudales, sexo del bueno, juventud y despreocupación... pero un día vino una pelea de las gordas, y zas! lo dió todo por zanjado.

El motivo no viene a cuento, pero si la sensación de pérdida y abandono que sentí yo cuando se fue. Y lo digo porque poco después volvimos. Con todas las reservas del mundo y con todos los miedos, nos dimos una nueva oportunidad. Volvieron por tanto, el amor a raudales, las miradas tiernas, y el sexo. Eso si, siempre con un cierto resquemor por aquello de que gato quemado del agua caliente huye... Bueno, resumiendo... después la cosa no fraguó (quedamos tocados, es cierto) y rompimos definitivamente.

Ayer me lo encontré después de mucho tiempo. Nos saludamos, y acabamos metidos en un bar tomando una cerveza. Total, que hablamos y hablamos de todo: de nuestra vida de ahora, de nuestras expectativas, nuestras carreras... y de lo nuestro. (Somos así de gilipollas!!!). Total, para acabar enterándome de que tras nuestra crisis, el tío volvió conmigo porque era más cómodo para su vida sexual: me tenía segura!!!. Si, claro, lo vistió de otra manera: que si, que me quería, que me echaba de menos, que estaba dolido, que...

¿Qué? De pronto, haciendo un alarde de sinceridad, en plan, "mira qué confianza tengo contigo que después de tanto tiempo, puedo mirarte y decírtelo, para que veas que no puedo engañarte": eso, que no quería volver con sus colegas en plan derrotado y así de paso, tenía sexo garantizado... Me quedé de piedra. Pero de piedra. Me dieron ganas de reir y al mismo tiempo de llorar... pero de indignación. ¡Métete la sinceridad por donde te quepa!!! Mierda, acabas de destrozar la imagen bucólica de mi primer amor...

Luego recapacité: "mejor le doy las gracias". Al fin me libré de él por completo. Pero la culpa de todo esto la tiene mi madre, que me enseñó a esperar al príncipe azul. Y sólo voy encontrando ranas...

11/22/2006

Hemen izango bazina

Él no hablaba de sí mismo. Él cuando le preguntabas decía que no sabía. Y ahora que está lejos él te manda canciones que hacen que tú no sepas qué decir; porque si nunca hubo nada más que amistad, no tiene sentido echarle tanto de menos.

Hemen izango bazina, ez nuke besteen baharrik izango.
Hemen izango bazina, ez nuke lelokeriarik esango.
Hemen izango bazina, ez nuke mozorrorik beharko.
Hemen izango bazina, ez nuke ameskaiztorik izango.
Hemen izango bazina.

Hemen izango bazina, mariatxiz jantzitako hezurdura batzuek:
"Ez egin negar ene laztana, jainkoak jogoten gaitu"
Dylan Durangon maitemundu zela gogorazteko abestuko lukete.
Eta goian dugun eguzkiak, ez luke betaurreko ilunik jarriko.
Hemen izango bazina.

Harrobaren ertzean, basamortuan, so eginez,
azkeneko pitzadurak ez ninduke harraoatuko.
Kristaleeko kutxa batetan amildegitik jauzisko nintxateke.
Ibilbidearen amarera noiz iritsiko den larritu gabe.
Hemen izango bazina.
Hemen izango bazina.
Hemen izango bazina.

Negu Gorriak


Si estuvieras aquí, no tendría necesidad de los demás.
Si estuvieras aquí, no diría estupideces.
Si estuvieras aquí, no necesitaría máscaras.
Si estuvieras aquí, no tendría pesadillas.
Si estuvieras aquí.

Si estuvieras aquí, un mariachi de esqueletos cantaría:
"No llores mi querida, Dios nos vigila".
Para recordarnos que Dylan se enamoró en Durango.
Y el sol que tenemos sobre nuestras cabezas no se pondría gafas oscuras.
Si estuvieras aquí.

Si estuvieras aquí, al borde de la cantera y mirando al desierto,
no me atraparía la última grieta.
Caería por el precipio en una caja de cristal
sin preocuparme cúando llegará el final del recorrido.
Si estuvieras aquí.


(Letra y traducción de Musikazblai)

11/17/2006

Hablar por hablar

Yo nací en una casa de mujeres. Cuatro, concretamente... Bueno, 5 durante un tiempo, porque se sumó mi abuela.

En una casa matriarcal, de niñas, todas competíamos por la atención de mi papá y, por supuesto, cada una con sus armas, por lo que siempre acababa ganado mi madre ;)

En ese ambiente, aprendí mucho sobre las mujeres y algunas cosas sobre El Hombre. Aprendí por ejemplo, que la naturaleza de la mujer es competitiva y que no importa cómo son ellos, sino cuántos son: si son suficientes para todas, todo será mucho más sencillo, aunque nos acabemos encaprichando todas del mismo...

Las mujeres de mi casa somos todas diferentes. Cada una tenemos unas virtudes y unos defectos, pero es curioso que de 5 mujeres hayan 2 grupos claramente diferenciados: 2 nos encontramos mucho más a gusto entre hombres y nos identificamos con su manera de pensar y su lógica; las otras 3 hacen de su feminidad un arma contra hombres y mujeres por igual, pero claramente prefieren rodearse de ellas y los sitúan a ellos como la oposición... Por eso, mi abuela, mi madre y mi hermana, no nos entienden, nos critican y nos enseñan cómo comportarnos y las cosas que son o no propias de nuestro género, a mi otra hermana y a mí.

Ellas no entienden que tengamos amigos y que podemos ir de excursión o compartir piso sin que haya "nada más". Ellas no entienden que a los veintipico prefiramos vivir solas o que a los treinta y algo estrenemos el concepto de pareja estable o que todavía no pensemos en tener hijos. Es más, mi madre es incapaz de controlar el babeo a sus casi sesenta y "sin duda" cree que un bebé es la máxima felicidad (por lo que nos machaca constantemente). Yo disfruto ante un café y la conversación con cualquiera de mis amigos; les entiendo y ellos también a mí; incluso entiendo a sus novias y esposas que, por supuesto, me odian y piensan que les quiero robar (y follar) a sus mariditos perfectos e inocentes...

En fin, que me gustan los hombres y también algunas mujeres, pero quería contar aquí que el hecho de que tenga complejo de tetas gordas o el que sea incapaz de comerme media caja de bombones sin mal de conciencia, eso, sin atisbo de duda, es culpa de "mis" mujeres, las de casa, las que jugaron y pelearon conmigo, las que nos dieron de mamar y las que nos llenaron los bolsillos de piedras que sirven para arrojarlas a otras mujeres o para hundirte en el agua, si es necesario, por voluntad propia.

Chicas, basta ya. Somos más y somos mejores en muchas cosas. Vamos a dejar de jodernos y a empezar amarnos más.

Padres, hijos y sexo

Valkiria: ¿¿Hablar con mis padres de sexo?? ¡Estáis locas! En mi casa ni se dice ni se hace nada. Cuando venía mi novio en vacaciones con nosotros él dormía en mi habitación y yo en el sofá. Una noche que yo me fui para la habitación mi padre sale al baño y ve el sofá vacío y se lo olió. Se metió en baño y de repente: PAQUITA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!Casi me da algo. ¿Qué hice? Enfrente de la habitación está la cocina y como pude salí directa hacia allí y empecé a hacer una bulla de cazuelas y demás... y yo diciendo: “nada, papá, que estoy en la cocina...”

jajajajaja

Karenina:
Como se nota que no dormías junto a la habitación de tu padres y lo oías todo. Como para luego no dejarte hacer nada, ya!

Morrigane: Oh, yo también dormía pegada a ellos. ¡Que horror!

Karenina: Por las mañanas era del palo: ¡pero cortaros un poquito!

Valkiria: eeeh... No me había parado a pensar esto... Vamos, que yo creo que mis padres me tuvieron a mi hermano y a mi y se acabó...

jajajajaja, seguro!

Valkiria: Ay!!! No me hagáis pensar estas cosas!!

jajajajaja

Pandora :
Un amigo me contó que cuando tuvo cierta edad su madre le llevo a comprar preservativo, para que aprendiera que es algo de lo más normal y no hiciese tonterías.Total, que llegan a la farmacia, su madre los pide delante de él como si fuesen aspirinas y la farmacéutica le suelta: ¿de qué tamaño? Y la tía se queda blanca y termina soltando: pequeños!!

jajajajaja

Karenina:
La verdad que qué manía tienen los tíos con el tamaño y con pedirlos grandes. Yo si fuera tío los pediría pequeños. Luego en comparación parecería que la tengo más grande de lo normal, no?, en vez de que me sobre medio condón!

jajajajaja

Darkcat: Bueno, bueno... Aquí la oveja descarriada o como coño se diga... ya he llegao! jeje :.P Mi nombre es Darkcat... y sí... dormía en la habitación de al lado de mis padres... como si de una reunión de alcoholicos anónimos se tratase... os diré que confieso haber escuchado a mis padres alguna que otra vez... digo alguna que otra vez puesto que la mayor parte de las veces solo conseguía distinguir un ... "nene estoy cansada".... y silencio posterior... entonces sabía que mi padre ese día estaría de mala hostia... y yo sabía el motivo, que era lo peor. :O

11/15/2006

De la liberación femenina y otras cuestiones

Dios mío!!! Hoy a las 6 de la mañana ya estaba agobiada sólo por el hecho de poner un pie en el suelo.¿Tiene desayuno la niña? ¿Le he lavado el equipo de gimnasia? ¿Hoy le toca inglés?...¿Qué le pongo de bocadillo? ¡Y sólo tiene tres años!...

No es que haya dormido mal, es que tengo la sensación de que simplemente no he dormido. Tú dirás: uno que se despierta a las tres de la mañana porque se ha quedado con hambre y quiere un biberón, y la mayor, que está en el proceso de dormir sin pañal y despertarse sola para ir al lavabo, pues…¡hala!, cuando no es por comer es por…lo que es!!!!

Y a todo esto, ¿dónde está el compañero que se supone está conmigo en la salud y en la enfermedad, -en el sueño y la vigilia por lo tanto-? Pues eso, que se quedó en el sueño, porque en la vigilia una servidora no lo ha visto esta noche… Ni lo veré… Y a veces me dan ganas de acercarme despacito a la cara de bendito que pone cuando duerme y decirle con esa voz dulce que dice que adora: “Cariño, amor, ¿Estás despierto?” Para que justo cuando empieza a desperezarse, dejarlo clavado en el colchón a todo pulmón: ¡Pues, venga, mueve el culo por una vez!. Y quedarme a pierna suelta en la cama…

Pero no, no lo haré… me levantaré a tientas entre las telarañas de la madrugada, y con medio cerebro aun dormido, me sentiré responsable de que mi hijo menor coma y de que la mayor no moje la cama, y además, pobrecito mío, que duerma mi costilla en el sueño bendito de los justos, que para qué nos vamos a fastidiar los dos!!!!

Las madres-esposas-mujeres trabajadoras, resignadas a este papel multidisciplinar, hemos pasado de estar supeditadas a los hombres (padres, maridos,..) a estarlo igual pero de otra manera o peor, a nosotras mismas. Ya somos libres de ir, decir, y hacer lo que queramos, ya podemos trabajar fuera de casa sin pedir permiso, comprar propiedades, contratar créditos y ser muy ejecutivas, pero ¿de verdad nos hemos liberado? Pregúntamelo esta noche de madrugada, y ya verás qué te contesto…

Guardado en Princesa

11/13/2006

Soló por llevar la contraria

Hay ocasiones en que los tíos parecen complicados. Cuando les ofreces sexo quieren algo más. Cuando les ofreces algo más no están preparados. Cuando no les ofreces nada quieren cualquier cosa. ¿Es un problema de confusión mental entre su neurona y el yo astral de esa neurona (todas sabemos que no tienen más, así que no sé con qué se pueden confundir)?
No, no son complicados. Es una cuestión de llevar la contraria. Como no saben lo que quieren a la hora de la verdad lo único que hacen es estar a la expectativa de tus reacciones y actuar en consecuencia, es decir, intentando hacer lo contrario.
Tal vez sea un patético intento de hacerse los interesantes, de mostrar que tienen mundo interior. Tal vez sea una simple reafirmación frente al otro sexo, intentando sentir que ellos controlan la relación. Tal vez, incapaces de comprender porqué el mundo exterior puede resultar tan complicado para las mujeres en relación a su experiencia personal, intentan situarse en el centro de nuestro mundo para propiciar que las cosas sean realmente complicadas.
No hay nada que comprender. Así que utilizarles, si follan bien sobretodo. Sino, tampoco los borreís inmediatamente de vuestra agenda. Seguro que tienen alguna habilidad (informático, electricista, carpintero...)o posesión que pueda llegar a seros útil en algún momento (coche, casita en la playa...)

11/10/2006

"Tú eres una niña"

- Yo voy a ir. Tú eres una niña

- Jorge, vale ya...

Son las 8:55 de la mañana y al ir a trabajar escucho esta frase. Podriaís penser que se trata de un niño diciéndoselo a otra niña mucho más pequeñita. Sin embargo, la frase la suelta un niño de unos 7 años a una niña más alta y seguramente mayor, de unos 9.

No sé que siguió contestando la mujer mayor. No sé si eran hermanos y la señora su madre. No sé a que se refería el niño. Pero sé el tono en que se lo dijo, como le miró el niño al hacerlo y qué significa el comentario.

En el sistema educativo español ha empezado a sonar la palabra cooeducación, educación en la igualdad de género en todos los aspectos de la vida. Hasta hace poco era un materia trasversal en algunos ámbito de la educación informal (grupos de tiempo libre laicos). Sin embargo los libros siguen mostrando a la madre en la cocina y al padre en la fábrica, aunque poco a poco va cambiando. Pero no nos engañemos. No son sólo los dibujos. En los problemas de matemáticas María va a comprar y Juan juega al fútbol. Las referencias son continuas y los profesores siguen tratando de forma diferente a los niños y niñas.

¿Y qué pasa en casa? Me hubiese gustado saber qué le contestó esa señora al niño. Me gustaría saber que valores reales enseñan los padres actuales, qué es lo que ven en a su alrededor. Porque la sensación que tengo con los niños y niñas de las nuevas generaciones es que se matienen los roles de discriminación contra los que estamos intentando luchar nosotras, en el mundo adulto.

En Coeducación, espacio para educar en la igualdad encontrareís desde materiales educativos a experiencias personales de padres y maestros.

11/08/2006

Visión periférica

Un tarde tras ir y volver sobre ese oximoron que es “hombres limpios y ordenados” la conversación terminó por aquí:

Morrigane: Ya sabéis que los hombres no tienen visión periférica, solo enfocan hacia delante.

Karenina
: ¡sí, tu ponte desnuda a un lado a ver si no te ven!

Valkiria
: ya, pero es q “esta” sí que tiene visión periférica

jajajajaja

Karenina: la próxima vez ponte desnuda junto a la pila de ropa sucia aver si así se enteran.

jajajajaja

11/06/2006

El cuartito

Los primero tiempos en las relaciones de pareja parecen siempre marchar con viento a favor. Nunca un sí ni un no. Todos son arrumacos, abrazos, ver la tele pegados, acostarse a dormir haciendo ‘cucharita’, besito al levantarse, besito al acostarse y sobre todo, mucha pero mucha comprensión. Si hasta se diría que son almas gemelas.

Pero cuando empiezan a pasar los meses y las parejas se van tomando confianza, lo que al principio era color de rosas, va tornándose un poco más oscuro. Sobre todo, si no son un dechado de virtudes….

Pero yendo un poco más al grano…

Podemos decir que las mujeres somos el género quejoso, pero siempre tenemos una justa razón: les pedimos que nos dejen ver tranquilas nuestra serie preferida, que no nos atosiguen con la monótona voz de los comentaristas deportivos y los interminables partidos de fútbol o baloncesto de los que a los dos días ya no se acuerdan ni el resultado. Que no dejen su ropa sucia esparcida por la casa a medida que van avanzando, dejando así los zapatos en el pasillo, las medias en la puerta de la cocina, los pantalones y la camisa en el piso del dormitorio y, finalmente ellos, en calzoncillos, cómodamente parados con el culo para adentro, mirando fijamente el televisor. Todo un espectáculo deplorable.

Diversos son los temas conyugales que tenemos para exponer en nuestras tertulias femeninas donde intentamos verbalizar los contubernios, los embrollos matrimoniales e intentamos desentrañar el enmarañado mapa de la psiquis masculina. En este punto coincidimos: no es que sea demasiado complejo - porque ellos parecen ser mucho más felices que nosotras -. Lo que pasa es que no podemos comprender que ciertos reclamos no les hagan mella.

Y esta falta de permeabilidad a temas de índole doméstica, esa indiferencia ante lo que para nosotras hace a nuestra calidad de vida, es lo que más nos saca de nuestras casillas.

¿Pero qué sucede cuando se nos colma la paciencia? ¿Qué ocurre cuando los cursos acelerados de psicología intuitiva fallan dejándonos sin soluciones?

Pues la respuesta cualquiera la sabe: sálvese quien pueda!!!

Ese cúmulo de acciones nefastas que llevan del enojo atragantado al grito exagerado, puede ser el causal de muchas rupturas, separaciones temporales u ofuscamientos transitorios que al cabo de un rato suelen evaporarse tal cual aparecieron. Algunas optan por volverles la espalda a sus maridos luego de una buena discusión; otras por cortarles la posibilidad de todo diálogo, poner cara de pocos amigos y mantener el silencio forzado hasta nuevo aviso; algunas se van a dar un paseo hasta que pasa el malhumor dejando que sus pensamientos vuelvan a fluir por un cause de normalidad. Pero otras, en una actitud un tanto más intransigente, recurren a la tajante alternativa de echarlos a ellos de la casa.

Al principio, estos se quedan un tanto desconcertados: ‘¿irme?, ¿A dónde si se puede saber?’ ‘¡¡Pues a la casa de tu mamá!!’, les contestamos sin reparo. Pero no todas tenemos a nuestros queridos suegros para que nos echen una mano ante este tipo de circunstancias. Convengamos que los padres de ‘él’ siempre están felices de tenerlos con ellos nuevamente a dormir, aun a pesar de que el ‘hijo pródigo’ vuelve al hogar paterno muy a su pesar y con el rabo entre las piernas -

Por lo tanto, es necesario recurrir a otras alternativas y ante una de aquellas ‘bocanadas’ de furia en la que queremos darle a nuestro marido el peor de los castigos, los echamos de nuestro lado y les privamos de nuestra compañía, mandándole… a… a…. a… a ‘el cuartito’.

El ‘cuartito’ es esa oscura y fría habitación de la casa, que tiene una ventana interior donde se escuchan los dimes y diretes de todo el edificio, que no tiene un cama donde rendirse muerto, ni un sofá y ni siquiera una mesita. Ahí es donde va a parar. ‘¡ahora a ver como se las arregla sin mí!!!’ pensamos no sin cierta satisfacción.

De esta forma pasa la primera noche, nosotras cómodamente en nuestros acogedores lechos, estiradas a lo ancho, durmiendo plácidamente con la sonrisa impresa en el rostro con la satisfacción de que la venganza pergeñada ha sido una idea genial.

La segunda noche, ya nuestra conciencia nos empieza a jugar algunas malas pasadas. Los pensamientos de furia y rencor, se ven empañados por unos pantallazos donde vemos a nuestro hombre tirado en un colchoncito en el suelo, apenas cobijado por una sábana liviana y recostado sobre un piso frío. Entonces, es cuando a tientas en la noche, sacamos una manta del ropero y con sigilo lo cubrimos con ella para no despertarlo.

La tercera noche, la que nos juega una mala pasada no es nuestra conciencia, sino que son nuestras carencias. Le empezamos a echar en falta. Lo que nos faltaba!!!

Es entonces, cuando vamos al dormitorio como para increparlo, y oh sorpresa!!! Al mirar a nuestro alrededor, casi no reconocemos ‘el cuartito’. Nos damos cuenta que ese hombre ha ido transformando ese antro oscuro, frío y desolado, en una verdadera habitación. Pero una habitación hecha a su medida. Ha trasladado almohadones, ha llevado una silla que hace las veces de mesa de luz, tiene conectado el ordenador y de él sale una música ambiental que le susurra al oído cuando está dormido (pensar cuantas veces me preguntó si me gustaba dormir con música, y cuantas veces le dije no, porque al otro día me levanto aturdida!!). Un espeluznante desorden de ropas esparcidas por el piso del dormitorio y nadie que le reproche para que las levante. Ha convertido el cuartito en ‘su cuartito’, un lugar acogedor, donde se siente a sus anchas y donde, para peor, se siente FELIZ!!!!!

Feliz!!!

Y pensar que le habíamos echado de nuestro cuarto para que sufra!!! Para que sienta la desdicha y el retiro le sirva para reflexionar sobre sus ‘pecados’, recapacite y vuelva a nosotras totalmente arrepentido. Pues no, ni nos extraña ni reflexionó, ni cambió de tesitura. Sigue siendo exactamente el mismo, y encima… es más feliz!!!!

Guardado en Insensible

11/02/2006

Las 5 etapas por las que hay pasar

Entre hombres y mujeres hay muchos puntos de discordancia, pero si hablamos de convivencia, hay algunos temas básicos en los que las opiniones son dispares: en que se debe gastar el dinero y cómo organizar las tareas domésticas.

Sobre el primer tema, hoy en día, hay muchas parejas que mantienen cuentas separadas y se limitan a compartir gastos, teniendo suficiente autonomía para cada uno.

Sobre el segundo tema, las tareas domésticas, no estoy tan segura que la solución sea la misma: que cada uno limpie lo suyo.

Es aquí donde se inició, hace algunos años, mi batalla personal cuando un día decidí compartir mi vida con mi pareja, hasta que la muerte, o la porquería, nos separara. El caso es que una llega a la convivencia con unos hábitos creados, generalmente por la histeria sobre la limpieza de las madres, y se cree que eso es lo normal. El problema viene cuando tu pareja es totalmente inmune a la histeria sobre la limpieza de su madre, y su hábito es totalmente el contrario, o sea: “limpieza”…y eso que es lo que es?????

Ante tal situación, mi reacción inconsciente y automática generada por el hábito y por lo que una ve en casa de sus padres, fue algo así como fregar los platos inmediatamente después de comer, limpiar los baños cada día, limpiar el polvo y barrer y fregar todas las habitaciones una vez a la semana, poner lavadoras cada día, etc

La gran sorpresa me la llevé cuando un día me día cuenta que mientras yo me encargaba de mantener en orden y limpia la casa, mi pareja, estaba cómodamente viendo la tele, jugando al ordenador o simplemente perreando. Aquí marco mi primera etapa, en lo que se refiere a las tareas domésticas, y la solución que encontré a está situación totalmente desigual y con la que no estaba de acuerdo, fue ir a darle el coñazo a mi pareja y decirle que el tenía que colaborar en las tareas del hogar igual que yo. Su primera reacción fue de colaboración y nos pusimos los dos a invertir horas en la limpieza del hogar y las diferentes tareas del hogar.

…pero esto solo duró unas semanas, al final de las cuales, por la actitud de mi pareja, entendí que no eran tareas de su interés. Entonces me cabreé muchísimo y inicié un periplo por la vía de la discusión sin fin, en la que cada día había bronca y morros por el mismo tema. De repente, me vi a mi misma convertida en mi madre, todo el día discutiendo con todos para que hagan cosas que no quieren hacer. Entonces, se me ocurrió la segunda etapa: si tú no quieres hacer las tareas domésticas, yo tampoco las haré. A ver quien aguanta más.

El resultado fue que cada uno se ponía sus lavadoras y se planchaba su ropa, o no, con la consecuencia de ver que mi pareja se iba a trabajar con la camisa hecha un higo. Pero lo peor estaba en casa: no había platos ni vasos limpios, la cocina apestaba, bolas de pelo de perro rodando por el suelo, montones de ropa por todas partes, lavabos con color “ala de mosca”, nevera vacía, polvo por todas partes….y todo lo que os podáis imaginar.

En fin, finalmente un día mi pareja me propuso “recoger un poco el piso”, cosa a la que accedí rápidamente con mucho gusto.

Pero la alegría duró poco, ya que al cabo de un par de semanas todo volvía a estar como una leonera, y yo no estaba dispuesta a volver a pasar por lo mismo otra vez.

Después de muchas discusiones, conversaciones, revolcones y otras estrategias, acordamos que debíamos repasar la casa por lo menos una vez a la semana. Pero en vista de las experiencias anteriores y para evitar que el acuerdo solo durara unas semanas, decidí pasar a la tercera etapa: firma un contrato, en el que decía de qué debía responsabilizarse cada uno, qué días y qué pasaría si se incumplía. Por supuesto, nuestras firmas coronaban el acuerdo y estaba colgado en un lugar visible y accesible para los dos.

Sin embargo, al cabo de unos meses, la casa volvía a parecer la de los monster y a mí me entraba una mala leche cada vez que entraba en casa y lo veía todo hecho un desastre…..

Así es que me inventé la cuarta etapa: dividir el piso en partes y asignar a cada uno las partes que más le gustaran. Es decir, el comedor y las habitaciones serían mis responsabilidades y el baño y la cocina, en general, serían las de mi pareja. Esta técnica funcionó durante bastante tiempo, aunque había épocas que se perdía el ritmo un poco.

Sin embargo, en mi se habían sucedido una serie de cambios actitudinales a raíz de tanto pensar y conversar y discutir, de los cuales se derivaba el no darle tanta importancia a la limpieza, y a valorar más el utilizar ese tiempo en otras cosas como disfrutar de la compañía de mi pareja o realizar actividades conjuntamente más gratificantes.

De esta forma hemos llegado a una situación en la que ninguno de los dos le da demasiada importancia a esta cuestión, y sobre todo, tenemos la ayuda de una persona que nos hecha una mano, dos veces a la semana en estos quehaceres. Esta sería la quinta etapa.

En principio este es el fin de la historia, pero los años pasan y mi pregunta desde un mente femenina es: ¿qué pasará el día que tengamos hijos?. Tendré que inventar una nueva etapa…. ¿Y porqué no la inventa él?

10/25/2006

Todas en una misma piel

AMANTE Safo. DIOSA Afrodita. PELIGROSA Salomé. REINA Cleopatra. ODIADA Yoko Ono. ENIGMÁTICA Mística. TRAVIESA Lolita. DIVA Madonna. SOÑADORA Amelie. GUERRERA Juana de Arco. SEXUAL Marilyn. INTELIGENTE Marie Curie. ASESINA Báthory. ELEGANTE Audrey Hepburn. DIVINA Callas. DISCRETA Sofía. PUTA Mesalina. MADRE, como la de Calcuta.

Todas distintas. Tú, yo, ella o nosotras, entre risas y revolcones.

10/20/2006

Preguntas frecuentes, FAQ

¿Quién hace Risas y Revolcones?
Un grupo de mujeres, distintas pero unidas por la circustancias.

¿De que trata esta bitácora?
De lo que nos apetezca, real o no.

¿De qué va esto de las categorías? ¿Sois cada una de vosotras?
Las categorías no corresponden a ninguna de nosotras en concreto y todas somos cada una de ellas: unos días con ganas de comernos el mundo y otras de que el mundo se olvide de nosotras; unos días románticas y otras despiadadas; unos días serias y otros de cachondeo. Aprovechamos esos estados de ánimo y de opinión tan diversos para clasificar los post de esta manera.

¿Podeís decirnos algo más sobre vosotras?
Estamos buenísimas, todas tenemos un cuerpo 10 y podemos ligarnos a quien nos apetezca. Por supuesto inteligentes, y bueno, con algún problemilla normal, pero estando tan buenas importan poco.

¿Como puedo contactar con vosotras?
Escribe a risasyrevolcones@gmail.com
Se aceptan criticas constructivas y apoyos a la causa.
No prometemos respuesta inmediata.

Independiente

Ella no necesita a un hombre en su vida. Es la mujer que lo puede con todo, que no quiere sentirse dependiente de nadie, que no puede ser vulnerable, dévil, que no quiere atarse a un hombre que termine fallándole y le haga sufrir.
Es celosa de su vida, de su espacio, de sus cosas... Tontea, sale con uno, con otro, se divierte, pero siempre manteniendo las distancias, evitando el peligroso mundo de los sentimientos en el que no puede controlarlo todo, en el que suele sentir un miedo inexplicable, un miedo que convierte a su soledad en su mejor muralla... de momento.

Maniática

Es esa mujer super responsable, para la que todo tiene que ser perfecto, las cosas tienen quer hacerse a su manera, en el momento exacto. Controla todos los detalles, está pendiente de lo que hace todo el mundo, es exigente, quisquillosa.
Se convierte en muy competitiva y suele resultar absorvente. Cuando sale la maniática que lleva dentro en todo su explendor, puede ser una pesadilla.


Mística

Es esa mujer misteriosa, medio bruja, medio hechicera. Tiene un punto esotérico, por momentos sabe lo que va a suceder.
Es extremadamente intuitiva, se da cuenta de las más mínimas señales de todo lo que le rodea.
Algunas veces resulta supersitiosa, o parece un poco loca pero puede dar hasta miedo.

Insensible

Esta ha vuelta de todo. Ha pasado por tantas cosas... que ya no siente ni frío ni calor. Evita los sentimientos o los esconde donde no le den problemas. Ha aprendido a vivir su vida sin importarle nada ni nadie más. Tiene el corazón de hielo, es su forma de protegerse y de enfrentarse al mundo.


Safo

Ella las prefiere a ellas, más complicadas, más inteligentes, más sensuales.
Ella también se deleita con nuestras curvas, miradas, la forma de andar. Con nuestros pechos que hacen que las miradas se pierdan por escotes, en trasparencias, entre los botones de una camisa que deja entrever. Con nuestras caderas y la forma en que sabemos moverlas. Con todos los matices de nuestro rostro y nuestro cabello.
Dos mujeres juntas es una de las mayorse fantasías de los hombres, pero también es una de las nuestras... fanstasía y realidad...

Arpía

Es la manipuladora, la que se aprovecha de la tortura psicologíca. Es vengativa y calculadora. No olvida, espera con paciencia para dar su mejor golpe o rompe en cólera para demostrar su poder. Es la conocedora de todos sus puntos déviles, la llave de todas sus miserias y la chispa que les hace enojar... y sabe abrir las puertas con el correspondiente cuidado y encender la llama con la inteligencia de saber jugar con fuego y no quemarse, de estirar la cuerda entre la culpa, la devilidad y el enfado de su hombre pero siempre controlando la situación.

Mata Hari


Es la devora hombre, es una coleccionista sexual, los seduce, los enamora, los usa y los olvida. Sabe jugar con ellos, aprovecharse y olvidarlos sin remordimientos.
Es la mujer fatal por la que se derriten tras la primera mirada. Es todas las mujeres porque sabe ser la fantasía de cada uno, pero es una sola mujer, la que no los necesita pero depende tanto de ellos.


Princesa

Es la mujer que cree en el amor por encima de todo.
Es en ocasiones puede ser para su hombre maternal, dulce, tradicional, fiel, entregada e incluso sacrifada.
No quiere dejar de creer que haya un príncipe buscándola, con el que comer perdices y sobretodo, ser felices juntos.