11/15/2006

De la liberación femenina y otras cuestiones

Dios mío!!! Hoy a las 6 de la mañana ya estaba agobiada sólo por el hecho de poner un pie en el suelo.¿Tiene desayuno la niña? ¿Le he lavado el equipo de gimnasia? ¿Hoy le toca inglés?...¿Qué le pongo de bocadillo? ¡Y sólo tiene tres años!...

No es que haya dormido mal, es que tengo la sensación de que simplemente no he dormido. Tú dirás: uno que se despierta a las tres de la mañana porque se ha quedado con hambre y quiere un biberón, y la mayor, que está en el proceso de dormir sin pañal y despertarse sola para ir al lavabo, pues…¡hala!, cuando no es por comer es por…lo que es!!!!

Y a todo esto, ¿dónde está el compañero que se supone está conmigo en la salud y en la enfermedad, -en el sueño y la vigilia por lo tanto-? Pues eso, que se quedó en el sueño, porque en la vigilia una servidora no lo ha visto esta noche… Ni lo veré… Y a veces me dan ganas de acercarme despacito a la cara de bendito que pone cuando duerme y decirle con esa voz dulce que dice que adora: “Cariño, amor, ¿Estás despierto?” Para que justo cuando empieza a desperezarse, dejarlo clavado en el colchón a todo pulmón: ¡Pues, venga, mueve el culo por una vez!. Y quedarme a pierna suelta en la cama…

Pero no, no lo haré… me levantaré a tientas entre las telarañas de la madrugada, y con medio cerebro aun dormido, me sentiré responsable de que mi hijo menor coma y de que la mayor no moje la cama, y además, pobrecito mío, que duerma mi costilla en el sueño bendito de los justos, que para qué nos vamos a fastidiar los dos!!!!

Las madres-esposas-mujeres trabajadoras, resignadas a este papel multidisciplinar, hemos pasado de estar supeditadas a los hombres (padres, maridos,..) a estarlo igual pero de otra manera o peor, a nosotras mismas. Ya somos libres de ir, decir, y hacer lo que queramos, ya podemos trabajar fuera de casa sin pedir permiso, comprar propiedades, contratar créditos y ser muy ejecutivas, pero ¿de verdad nos hemos liberado? Pregúntamelo esta noche de madrugada, y ya verás qué te contesto…

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1 comentarios:

Anónimo dijo...

Parece que estás haciendo una radiografía de mi vida desde hace casi dos años, con la "suerte" de dormir tan profundamente que mi hija se puede desgañitar y yo seguir durmiendo...

Por otro lado, has olvidado algo que cuando lo pienso me pone los nervios de punta: nosotras no nacemos con la fregona en la mano, y ni mucho menos nos encanta limpiar la caca de nuestros niños. Hay una creencia extendida entre los hombres, tal vez alimentada por esas madres protectoras y dedicadas a la familia, que a nosotras nos encanta cocinar, limpiar, planchar, criar los niños... y ahora, la mujer de hoy, además trabaja, con lo que, hacemos por lo menos dos jornadas laborales al día y alguna que otra hora extra nocturna.

Es hora de romper barreras, es hora de hacernos las dormidas, porque seguro que él tambien escucha el llanto en el silencio de la noche.